No todos los días se tiene la oportunidad de entrar en un llagar en pleno funcionamiento y conocer de cerca cómo se hace una buena sidra asturiana. En Viuda de Angelón nos abrieron las puertas con una atención de diez y nos hicieron sentir como en casa desde el primer momento.

Tras un recorrido por las instalaciones, llegó uno de los momentos más esperados: ¡la degustación de productos asturianos! Sabores auténticos, risas compartidas y la sorpresa final de llevarnos un vaso de sidra como regalo, que nos hizo mucha ilusión.

Fue una experiencia muy completa, donde aprendimos, disfrutamos y lo pasamos genial!!!

Y como no podía ser de otra forma… ¡acabamos brindando con sidra ( sin alcohol , todos/as tranquilos/as jejeje) y con ganas de volver!